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Se habla en ocasiones en la Escritura de exterminio, no como referencia historia o social a las guerras y a las pestes, sino como singular intervención divina en la Historia de Israel: (Num. 7.6-15; Ex. 12.23; Sal 78.51; Sab. 18.15 2. Rey. 19.35; Is. 36.35).
Al margen de que la expresión puede ser más simbólica que real (fracaso militar, peste, cataclismos naturales como terremotos, temor y huida, rivalidad interna de los grupos, etc), los lenguajes bíblicos se hallan lejos del rigor histórico y de las contabilidades numéricas de los tiempos modernos.
Más que los hechos materiales del "exterminio", lo que importa en una buena exégesis, sin negar la posibilidad de una intervención divina, es vincularlo con la acción providencial sobre un pueblo elegido y especialmente protegido para el cumplimiento de una misión histórica singular.
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